viernes, 29 de agosto de 2008

सुजेतो य CIENCIA

Eidelsztein, Alfredo
Las estructuras clínicas a partir de Lacan. [Volumen I]- 2o ed. - Buenos Aires: Letra Viva, 2008.341 p. ; 23 x 16 cm.




CAPÍTULO 1
Un abordaje lógico delas estructuras clínicas
a. El sujeto de la ciencia
b. Ciencia y saber
c. Propiedades del saber científico
d. Propiedades del sujeto de la ciencia
e. Sujeto dividido e intentos de la ciencia de suturarlo
f. La noción "sujeto" con la que opera la ciencia
g. Incompletud y verdad
h. Psicoanálisis con lógica
i. Cosmovisión y particularidad
a. El sujeto de la ciencia
Este estudio de las estructuras clínicas es realizado desde la perspectivadel psicoanálisis. Por lo tanto, el punto de partida, y el tema de este primercapítulo, consiste en definir al psicoanálisis mismo. El psicoanálisis es con-cebido como una práctica terapéutica, que opera como respuesta racionaly, por lo tanto, comunicable, al malestar en la cultura específica del sujetode la ciencia, que se manifiesta como un exceso de malestar. Tal malestar osufrimiento es considerado en forma particular en cada caso, mediante elrescate de las funciones del deseo y de la verdad en el campo del saber. Enel resto del capítulo se justifica esta definición.
Dado que las estructuras clínicas se hallan íntimamente asociadas almalestar en la cultura, hace falta elaborar conceptualmente la dimensióndel malestar, sufrimiento, o dolor en la cultura. Para tal fin se debe con-siderar la tripartición que Lacan introduce1 para distinguir entre natu-raleza, sociedad y cultura. Habitualmente, para diferenciar entre sereshumanos y animales, se intenta oponerlos en el seno de una estructuradual y en consecuencia no se cuenta con el lugar adecuado para colocar a
1. La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud, Escritos 1, pág. 475, Bs.As., 1992.

Alfredo Eidelsztein
las "sociedades" de abejas, hormigas y otras similares. El problema surgedebido a que en tales "sociedades" se verifica la existencia del intercambiode mensajes, la distinción de funciones dentro de los miembros del grupo,etc. ¿Se trata, en estos casos, de naturaleza o de cultura? Esta oposicióndual no alcanza, es necesario introducir un sistema triádico donde se puedainscribir bajo naturaleza, a la sustancia viva y bajo sociedad, a cualquiertipo de articulación entre socios, como por ejemplo: el panal de abejas; asu vez, hay que distinguir netamente estas sociedades de la cultura, queimplica la estructura del lenguaje y a la operación del significante, en elseno de una sociedad de sujetos hablantes.Entonces, siguiendo a Lacan, se propone:
Naturaleza Sociedad Cultura
La sustancia viva La función del socio La dimensión del lenguaje
Sociedad animal/natural (significante)
Sociedad humana
La noción de malestar en la cultura, esencial al psicoanálisis, nunca fueolvidada por los psicoanalistas, pero en una larga etapa de su historia, sela entendió como el malestar surgido en determinada civilización, respectode un pattern o patrón ideal de intercambio social o de estructura familiarsin malestar. Primero, durante un gran período, se creyó que el malestarse introducía en la infancia (etapa de inscripción del trauma) a causa de unpadre excesivamente cruel. Esta teoría fue derivada del mito de la hordaprimitiva de Freud. A partir de ella se desarrolló la noción de filicidio, quetuvo tanto predicamento en su momento. Si esta noción es elevada a unacategoría determinante es porque se entiende que hay un efecto tanáticodel padre sobre el niño que, en comparación con un ideal, se intenta aplacar.Dado que siempre hay un retorno invertido de todo mensaje, el segundomomento implicó el pasaje del padre excesivamente cruel a la ausenciadel padre, el famoso "padre ausente". Estas dos dimensiones son las quehicieron florecer durante décadas, en muchas de las ciudades donde hubopsicoanalistas las así llamadas "Escuelas para padres". La creación de talesescuelas se hizo sobre la suposición de la existencia de un malestar en lacultura por deficiencia en el funcionamiento, en determinada sociedad,de la función paterna. Tal deficiencia es planteada, obviamente, desde laperspectiva de un ideal.
La noción psicoanalítica de malestar en la cultura no trata de eso,aunque es necesario especificar el malestar en la sociedad actual, para asípoder establecer cuál es el tipo de sufrimiento sobre el que el psicoanálisisincide. Existe un malestar en toda cultura que, como se señaló más arriba,es causado por el lenguaje y el significante. Tal dimensión de malestarcomún a toda cultura implica: la pérdida del ser dado del sujeto humano
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y del objeto natural y, a través de la interdicción del incesto, tales pérdidasse asocian a una nueva dimensión de objeto.
Este malestar ineludible para todo sujeto hablante, sufre modificacio-nes según los cambios culturales y, en este sentido, serán especialmenterelevantes las variaciones de las formas en que cada cultura opera conel saber. La designación "malestar en la cultura", desde la perspectivadel significado del término "cultura" en la expresión original de Freud(Kultur en alemán es próximo a lo que en castellano y en francés sedesigna como civilización, o sea: el conjunto de los conocimientos adqui-ridos por educación o instrucción que inciden sobre el sentido crítico,el gusto y el juicio de cada sujeto), hace que su íntima relación al sabersea evidente.
A partir de estos argumentos se propone la siguiente hipótesis: elsurgimiento del psicoanálisis es una respuesta a un tipo específico de ma-lestar. Hay un malestar específico a la sociedad en la que se desarrolló elpsicoanálisis, y es a causa de la estructura de ese malestar que se produjouna respuesta como el psicoanálisis. Freud la creó; su éxito y su vigenciase deben a que es una respuesta adecuada a la especificidad del malestaren la cultura occidental de ayer y de hoy.
Partiendo de esta hipótesis, se puede sostener que el malestar en lacultura específica, por ejemplo del medioevo, implicaba una estructuratal que no permitía ni necesitaba del psicoanálisis como respuesta. Huborespuestas al malestar específico en ese momento histórico, pero muy dis-tintas al psicoanálisis. Si una "histérica" se consideraba poseída, recurría aun religioso; si una "histérica", por su padecer, se dirige a un médico cuyapráctica se apoya en el saber de la ciencia, su "histeria" es sumamentedistinta de la del ejemplo anterior. ¿Cabe llamar a ambas "histérica" porigual? ¿Es lo mismo una "posesa" que una "enferma"?2
Se debe especificar el malestar en la cultura occidental actual y, a partirde ello, estudiar la adecuación entre ese tipo de malestar y el psicoanálisiscomo respuesta específica. Por otra parte, mediante este razonamiento,se pueden estudiar otras respuestas vigentes al malestar de la culturacontemporánea, como la medicina, la religión y la magia y su relación conel psicoanálisis.
Para que el concepto de cultura occidental que se está utilizando, poseabases firmes como para ser utilizado en psicoanálisis, debe ser sostenido sobreun fundamento de lenguaje. Para tal fin se propone considerar al indoeuropeocomo la base lingüística de lo que se denomina cultura occidental, sin olvidar
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que la misma implica, además, a la tradición judeo-cristiana como la fuentereligiosa y a la ciencia moderna como la modalidad de elaboración del saber.
El indoeuropeo es un lenguaje perdido, vivo hace alrededor de 4.000años, del cual se originó una gran familia de lenguas, muchas de ellas hoymuertas. Entre las muchas de estas últimas se hallan: el hitita, el griegoantiguo, el latín, el galo y el gótico; de las lenguas vivas originadas en elindoeuropeo, se hallan las lenguas romances, el iranio, lenguas de la Indiamoderna, el armenio, el griego moderno, el alemán, el inglés, todas laslenguas escandinavas, el ruso, el polaco, el holandés, etc. El indoeuropeo,además de ser el origen de tal conjunto de lenguas, se caracteriza, a pesar delos siglos transcurridos y de la inmensa superficie del mundo que compren-de, por una sorprendente conservación del vocabulario correspondienteal parentesco. Tal vocabulario de las relaciones familiares bastaría parademostrar el tronco común del que derivan todas estas lenguas. En todoel mundo cultural del indoeuropeo se conserva una estructura familiaroriginada en un padre mítico y transmitida por filiación paterna3. En lospróximos capítulos se hará gran uso de las propiedades del indoeuropeopara resolver cuestiones planteadas tanto en el ámbito de la práctica comode la teoría psicoanalítica.
Se tipifica a la sociedad occidental moderna como "sociedad científica". Elhacerlo implica sostener que todos los otros adjetivos que ella puede recibir yque seguramente se le asignan correctamente, para el psicoanálisis, quedandeterminados o subsumidos por la designación de sociedad científica. Lapresencia de la ciencia y sus efectos es elevada a la categoría de determinantefundamental en la tipificación de la sociedad moderna. Los sujetos de unasociedad así definida serán, consecuentemente, "sujetos de la ciencia".
Aquí se plantea un problema, ya que, dada esta afirmación, se hacenecesario aceptar la noción de "sujeto de la ciencia", lo que contradicealgo que frecuentemente es afirmado en círculos lacanianos. Si se aceptala noción de sociedad científica, los sujetos de esa sociedad serán sujetos dela ciencia, pero ciertos autores lacanianos afirman que "la ciencia forcluyeal sujeto" y, dado que la forclusión es una forma de plantear que algo essuprimido de tal manera que no puede retornar en el mismo campo delque fue excluido, se debería concluir que no hay sujeto de la ciencia.
Sostener que el sujeto de la ciencia está forcluido es un prejuicio queentorpece enormemente la posibilidad de entender las funciones específicasdel psicoanálisis así como muchos de los problemas clínicos fundamentalesque se plantean al psicoanalista.
Es cierto que en algunos textos Lacan sostiene que la ciencia forcluyeal sujeto, así como en muchos otros opera con la noción de "sujeto de la
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ciencia". Lo que conviene discutir no es si afirmó tantas veces eso y tantasotras lo contrario sino si la enseñanza de Lacan requiere o no la nociónde sujeto de la ciencia. La propuesta es intentar resolver lógicamente sicorresponde y conviene laborar en el psicoanálisis orientado en las ense-ñanzas de Freud y de Lacan, con la noción de sujeto de la ciencia.
Para empezar a pensar este difícil problema y poder tomar partido en lapolémica, se proponen algunos ejemplos "occidentales" que pueden servirpara hacer más evidente la necesidad de la noción de sujeto de la ciencia.Todos ellos son conocidos. El primero es del prefacio de las Memorias deSchreber1, donde él sostiene:
"Cuando comencé este trabajo, no tenía intenciones de publicarlo. Laidea de su publicación fue cobrando forma a medida que avanzaba. Porcierto que tuve presente las exigencias que parecían ser un obstáculopara su publicación, sobre todo la preocupación de no ofender a ciertaspersonas aún en vida. Pero estoy plenamente convencido que tanto parala ciencia como para el reconocimiento de las verdades religiosas, seríaútil que mientras yo viva, las autoridades competentes puedan venir ahacer las verificaciones necesarias en mi propio cuerpo y comprobar lasvicisitudes que he sufrido. Tal consideración debe prevalecer por sobretodo escrúpulo de orden personal."
Es de destacar que para Schreber, el testimonio de su malestar ydel tipo de sufrimiento específico padecido en su cuerpo, tiene comoprincipal interlocutor válido a la ciencia. Y por eso les propone a loscientíficos y en especial a los médicos, hacerle las verificaciones quecorrespondan.
El dirigirse a la ciencia ya implica una modalidad muy peculiar de rela-ción del sujeto con el Otro. Evidentemente, es muy distinto dirigirse a unOtro concebido, por ejemplo, como un Dios único y personificado o comouna ciencia impersonal y anónima. La posición del sujeto es evidentementedistinta según una u otra modalidad del Otro.
El segundo ejemplo es más indirecto pero interesante también. No setrata de la psicosis sino de la histeria. Es de El Nacimiento de la Clínicade Michel Foucault, también de su prefacio". Dice así:
"Este libro trata del espacio, del lenguaje y de la muerte; trata de lamirada.
"... hacia mediados del siglo XVIII, Pomme cuidó y curó a una histéri-ca haciéndola tomar 'baños de diez a doce horas por día, durante diezmeses completos'.
"Al término de esta cura contra el desecamiento del sistema nervioso yel calor que lo alimentaba, Pomme vio "porciones membranosas, pare-
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cidas a fragmentos de pergamino empapado... desprenderse con ligerosdolores y salir diariamente con la orina, desollarse a la vez el uréter dellado derecho y salir entero por la misma vía". Lo mismo ocurrió "con losintestinos que, en otro momento, se despojaron de su túnica interna, laque vimos salir por el recto. El esófago, la tráquea y la lengua se habíandesollado a su vez; y la enferma había arrojado diferentes piezas, ya porel vómito, ya por la expectoración".*
Se destaca este hecho, al menos tan sorprendente como elocuente: elnacimiento de la clínica médica moderna es marcado por Foucault, quees un especialista inigualable en el tema, por el tratamiento médico de lahisteria. Que El Nacimiento de la Clínica comience por un tratamiento mé-dico de una histérica se asocia al hecho de que el comienzo del psicoanálisistambién consistió en el tratamiento médico de una histeria. Quien atendióa la histérica de referencia, la que estuvo en el origen del psicoanálisis,Berta Papenheim alias "Anna O.", fue un médico, el Dr. Josef Breuer, y noel primer psicoanalista, que fue Sigmund Freud.
El último ejemplo que se va a aportar es de neurosis obsesiva, del primercaso importante publicado de neurosis obsesiva, elevado a la categoría deparadigma: El Hombre de las Ratas. Tal como está indicado por Freud,se trata de un sujeto que decide consultar luego de haber leído una obracientífica, la Psicopatología de la vida cotidiana. El Hombre de las Ratasconsulta con el "científico" autor de esa obra de comunicación científica.
Con Schreber y su testimonio a la ciencia, el nacimiento de la clínicamarcado a partir de la relación entre la histeria y la medicina y la inci-dencia sobre los sujetos no psicoanalistas de la publicación de los textoscientíficos de Freud, se hace evidente, por el testimonio de los mismossujetos implicados, que la psicopatología y los casos con los que opera elpsicoanálisis, implican esencialmente a la ciencia.
Pero, aún contando con estos ejemplos, se debe pasar al análisis con-ceptual del tema del sujeto de la ciencia.
Cada cultura implica una modalidad de operar con el saber, que pro-duce cambios en el efecto sujeto correspondiente como en las formas deresponder frente a él. La idea rectora de estas elaboraciones es que lasociedad científica (la cultura que opera con el saber mediante una formacientífica), tiene por correlato un efecto sujeto que le es antinómico. Existeun efecto de la modalidad con que la ciencia opera con el saber: el sujeto dela ciencia, pero tal sujeto le es antinómico a ella misma. Lo que la cienciapropone en un sentido, el sujeto que la misma ciencia produce como efecto,lo hace en el sentido contrario. El efecto sujeto es, fundamentalmente, elsujeto dividido, que Lacan escribe: S. El sujeto de la ciencia es S, aunque
4. "P. Pomme, Traite des affections vaporeuses des deux sexes (4a ed., Lyon, 1769)."
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la ciencia como tal apunta a lo contrario de la barradura del sujeto, tiendeal sujeto unificado.
b. Ciencia y saber
El psicoanálisis existe en la cultura determinada por la presencia de laciencia. Tal como afirma Lacan:
"La ciencia, en la que estamos atrapados todos, que forma el contextode la acción de todos en esta época en que vivimos, y de la que tampocopuede librarse el psicoanalista ya que también forma parte de sus con-diciones,
El psicoanálisis opera con el sujeto efecto de la presencia del discursode la ciencia. Si el psicoanálisis es contemporáneo, se debe a que su an-tecedente determinante es la ciencia. Si el psicoanálisis se desarrolló enOccidente, es porque la ciencia en el sentido moderno, se desarrolló enOccidente. No habría psicoanálisis si no hubiese habido antes ciencia. Aeste respecto, Lacan afirma:
"Que el psicoanálisis nació de la ciencia es cosa manifiesta. Que hubiesepodido aparecer desde otro campo es inconcebible. "IV
Para justificar lo que se acaba de sostener, se debe especificar qué seentiende por ciencia, ya que sólo así se podrá desarrollar la relación pos-tulada entre psicoanálisis y ciencia, a través del concepto de sujeto de laciencia.
Se especificará a la ciencia como una maniobra sobre el saber. Cienciaes una modalidad determinada de operar con el saber, o sea, sobre lasrelaciones internas entre los elementos del conjunto de los significantesy sus relaciones con lo real y el sujeto. Esta maniobra sobre el saber tie-ne muchas características que se enumerarán; el estudio de las mismaspermitirá establecer qué significa concebir al psicoanálisis como una res-puesta al malestar en la cultura consecuente de la maniobra de la cienciarespecto del saber y sus efectos. Esta forma de definir a la ciencia comopura maniobra sobre el saber permite distinguirla del conocimiento y dela tecnología.
A través de la ciencia, se acentúa la trascendencia de la función del saber.Si no resulta evidente la causa de esta trascendencia del saber en generalpara la concepción del sujeto humano hablante, tan sólo cabe mencionarque el surgimiento del último estadio de desarrollo del ser humano, fue yes caracterizado por la antropología como la aparición del homo sapiens.
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Además, cabe recordar y acentuar que toda la práctica y la teoría analítica,especialmente la lacaniana, están atravesadas por el problema del saber.Como ejemplos de lo que se acaba de afirmar, se propondrán cuatro:
le) Que una definición fundamental de inconsciente consiste en pos-tularlo como una modalidad del saber: el inconsciente es un saber nosabido.
2S) Que la defensa fundamental que el psicoanálisis descubre respectoal inconsciente, más que la represión, es no querer saber nada de eso.
3Q) Que la entrada en análisis radica en la constitución del sujeto su-puesto al saber.
49) Finalmente, el fin de análisis como cambio de posición subjetiva, escaracterizado por la emergencia del deseo de saber. O sea, "neurótico" esno querer saber nada de ello, "analista" es una posición subjetiva, carac-terizada por el deseo de saber.
Para resumir:
"Asípues, la experiencia psicoanalíticapone en el centro, en el banquillo,al saber. "v
Por saber, en general, se entiende: un tipo de ligazón, una cierta redque se establece entre los significantes que, a partir de cierto momentohistórico (en este caso la posición socrática que implica un corte con el"saber" mítico), está vinculado a ciertas exigencias de coherencia y derazón. El saber así definido es el saber articulado y comunicable sobre labase de la coherencia, que se comienza a producir mediante la elaboraciónde la episteme por parte de los filósofos griegos, a partir del saber-hacer(savoir-faire), que originalmente estaba en manos de los esclavos y artesa-nos y que luego pasó a los amos mediante su conversión en formulacionesteóricas y, consecuentemente, comunicables.
El saber así definido debe ser distinguido de la tecnología, por unlado, o sea, el conjunto de las manipulaciones de sustancias e inven-ciones de objetos y dispositivos a partir de las aplicaciones del sabercientífico y, por el otro, del conocimiento. Esta última distinción remitea una verdadera teoría del conocimiento desarrollada por Lacan. De ellasólo se tomará la concepción del conocimiento, como la relación entreel sujeto, en este caso el yo, y el objeto, concebida como co-nacimiento(co-naissance: conocimiento y co-nacimiento), o sea, el surgimiento si-multáneo y aparejado del uno y del otro y su coaptación imaginaria (launión de elementos a través de sus propiedades naturales). Pero en elsujeto humano hablante, tal relación de conocimiento está doblementealterada: por un lado, en lo que Lacan designa como el conocimientoparanoico, o sea, todo lo contrario a la coaptación natural, ya que siendo
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paranoico (para: "al lado de, al costado de" y noia, de "nous": espíritu omente), es "del otro", implicando la alienación imaginaria, que producela más profunda desconfianza y el celo. Características que Freud hacederivar del odio como vínculo original a todo lo no-yo por parte del yoy que Lacan articula a la tensión erótico-agresiva del estadio del espejocomo formador del yo. Por el otro, la imposibilidad, en el mundo humano,de una estricta comunidad entre el sujeto/yo y el otro/objeto, debido aque en el sujeto hablante siempre se interpone un elemento tercero. El"desconocimiento" como función yoica, es justamente no querer sabernada del elemento tercero, y en este sentido se distingue de la ignorancia,que perfectamente puede ser "docta".En palabras de Lacan:
"Lo que descubrimos en la menor experiencia del psicoanálisis es cierta-mente del orden del saber y no del conocimiento... Se trata precisamentede algo que une a un significante S¡ con otro significante S2 en unarelación de razón. "Vl
¿Cuál es, desde la perspectiva del psicoanálisis, la maniobra fundamen-tal de la ciencia respecto del saber? Que forcluye la verdad. ¿Cuál es lamaniobra freudiana que caracteriza al psicoanálisis respecto al campo delsaber así establecido por la ciencia? Que restituye la función de la verdaden el campo del saber científico.
Lacan, a este respecto, sostiene en La ciencia y la verdad que la sub-versión freudiana consistió en producir un retorno, que es el retorno de laverdad al campo del saber tal como lo estructura la ciencia. Lacan realizaun retorno a Freud, pero Freud también se caracteriza por un retorno.La articulación entre ciencia y psicoanálisis es íntima y esencial, dadoque la ciencia forcluye a la verdad del seno de su saber y el psicoanálisisla restituye.
¿Cuáles son las propiedades de la maniobra sobre el saber que carac-terizan a la ciencia moderna? Antes de responder esta pregunta cabeaclarar que en la actualidad (como siempre ha sido) coexisten variasmodalidades de operar con el saber: hay un saber que es científico yhay saberes vigentes que no lo son. Si se va a la curandera porque, porejemplo, un hijo tiene enuresis, ella va a decir que se debe calentar unladrillo y ponerlo debajo de la cama a la noche u otras prácticas por elestilo. ¿Por qué no dice que se debe atravesar con una aguja el muñecoque representa a la persona que hizo el daño? Porque "se sabe" o "ellasabe" que para la enuresis son indicadas tales maniobras y si fue hechoun "trabajo", para destrabarlo, son indicadas tales otras. No todo saberes saber científico, pero el saber científico no es el único tipo posible desaber. Conviene, entonces, avanzar en la dirección que permita decir qué
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propiedades debe poseer un saber para ser considerado científico, en elsentido moderno del término.
c. Propiedades del saber científico
Entre las propiedades que debe contar una maniobra sobre el saber paraque sea considerada científica se destacan: racionalidad, matematización,comunicabilidad, carencia de memoria, acumulación del saber, partir deun acto de fe, contar con el principio de identidad, y la fundamental: laforclusión de la verdad como causa. Estas no son todas las propiedades dela ciencia5, ni siquiera del saber de la ciencia, tan sólo son las más impor-tantes a la hora de su articulación con el psicoanálisis. Se las analizaráahora una por una.
ls) Racionalidad: todos los argumentos sostenidos por el saber científicodeben poder responder a la pregunta "¿por qué?", mediante razones lógi-cas y coherentes que puedan llevar a comprobaciones y/o refutaciones, sinrecurrir a respuestas obtenidas por revelación, creencia, citas de autores olibros sagrados. Esta propiedad tiene un límite: la ciencia no puede dar unaexplicación racional para todos sus argumentos, siempre resta al menosuno que no se puede justificar, como, por ejemplo, el axioma. Que hayasiempre al menos uno que no se pueda justificar racionalmente, no quitala obligación de que todos los otros sí lo sean, o que se intente hacerlo.
El psicoanálisis debe inscribirse en la legalidad de esta propiedad dela ciencia, o sea, debe justificar o, al menos, intentar justificar sus argu-mentaciones en forma racional. No sólo porque Freud y Lacan lo hacen ylo sostienen por doquier, sino para conservar su articulación con el sujetode la ciencia y su relación con los otros discursos.
22) Matematización o formalización: para que un saber en la actualidadsea considerado científico, debe contar con un pasaje a la matematizacióno formalización en la elaboración del "lenguaje" que le corresponde.¿Por qué? Porque la matematización o la formalización es la vía de lacomunicación científica. Más aún, Lacan considera que el nacimientode una ciencia en el sentido moderno, se corresponde con la producciónde su álgebra.
El saber de la ciencia debe ser comunicable, más aún, debe tender a serenteramente comunicable. Para este fin, cuenta con el materna como formaprivilegiada de comunicación, porque éste es enteramente transmisible. Loque significa un poema jamás puede ser enteramente transmisible. Lo que
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alguna de sus estrofas significa para alguien jamás puede ser completa-mente comunicado. Por el contrario, el materna, la fórmula matematizada,es o tiende a ser enteramente transmisible.
La ciencia, al ser un saber comunicable, se diferencia del saber de lareligión, de la brujería y de la hechicería, en la medida en que estos últimossiempre conservan en la esencia de su transmisión, algo intransmisible,inefable o misterioso. La bruja o el hechicero poseen un saber pero esesaber se caracteriza por no ser transmisible formal y racionalmente.
El saber de la ciencia es esencialmente comunicable. ¿Cuál es la víaque elige la ciencia para hacer comunicable su saber?: la matematización.Lacan matematiza en psicoanálisis porque intenta mejorar y adecuar lacomunicabilidad del saber del psicoanálisis, y de esta forma avanzar ensu cientificidad.
Dado que el materna carece de significado es enteramente comunica-ble. Por ejemplo: S(A), el significante del Otro barrado, es enteramentecomunicable. Con lo cual no se está afirmando que todo el psicoanálisis, otodo un psicoanálisis sea enteramente comunicable, sino que el maternaen sí mismo lo es. Si se escribiese o se narrase por horas lo que significóen determinado momento de la vida o el análisis de alguien el S(A), no selograría su entera comunicabilidad. Pero lo que en la teoría articula S(A)sí lo es. En el grafo del deseo, el materna con el que se está ejemplificandotiene una posición precisa, exacta, entre los otros maternas; en el ámbitode las relaciones entre significante y significado tal posicionamiento esimposible. El procedimiento algebraico, que es de pura letra, escapa a larelación significante/significado, tal como lo expresa el algoritmo saussu-reano de Lacan: -f-, y al desprenderse del significado, se hace apto para laescritura de cada uno y de todos los casos particulares, ya que el significadoremite al sujeto en su condición particular.
Pero se debe hacer una salvedad. Aunque el materna es una herramientapara la transmisión, aunque él es enteramente transmisible, el maternano puede transmitirlo todo. Con S(A) y el resto de la batería de maternas,nunca se puede comunicar todo un caso de análisis. Al matematizar lacastración del Otro mediante S(A), lo que se logra es poder transmitir esanoción en una modalidad científica, lo que no quiere decir que el maternapermita comunicarlo todo, ni siquiera de la castración del Otro.
32) Comunicabilidad. La ciencia matematiza al saber para hacerloformalmente comunicable. En el mundo de la ciencia, ¿qué valor tiene undescubrimiento si nadie se entera de él? ¿Qué valor tiene una investigaciónsi su autor no la comunica?
Si se quiere contar en psicoanálisis con algún nivel de rigor científico, lomínimo esperable y deseable es hacer progresar la comunicabilidad de susaber y distinguirlo netamente de toda modalidad ocultista, mística o eso-
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térica de operar y transmitir el saber. La comunicabilidad en psicoanálisisestá limitada en la comunicación de los casos por el secreto y la privacidadcomo contexto necesario de la escena analítica y por lo particular de cadacaso. Además, no hay en el psicoanálisis un sistema teórico unificado.Pero el psicoanálisis está obligado, como toda elaboración del saber confinalidades prácticas y pretensión de cientificidad, a comunicar pública-mente sus principios teóricos, la evolución de los mismos, las inevitablescontradicciones y paradojas que la elaboración conceptual no puede evitar(ya que el orden simbólico no es completo) y responder racionalmente alos "por qué" que genera su aplicación sobre lo real.
No alcanza con comunicar los resultados, el psicoanálisis no es sólo unaexperiencia, se deben explicitar y comunicar las causas, tanto del padecercomo de la curación, y someterlas a discusión racional, o sea, permitir yfavorecer su examen y crítica. Como dice Lacan:
"... pretendemos allanar la posición científica, al analizar bajoqué modo está ya implicada en lo más íntimo del descubrimientopsicoanalítico. "v"
En este sentido se da una gran paradoja. La enseñanza de Lacan, quefue quien más apuntó a la matematización, y así a la comunicabilidad delpsicoanálisis, es aquélla que en la actualidad se presenta más entorpecidaen su transmisión. Una parte importante de la transmisión del psicoanálisisde orientación lacaniana se hace con modalidades muy poco científicas ybastante parecidas a modalidades religiosas o afines.
49) Carencia de memoria. La ciencia no tiene memoria. Para dar cuentade esta propiedad de la operatoria sobre el saber característico de la ciencia,se partirá de una pregunta. ¿Cómo es posible que después de cien añoso más, los analistas sigan basándose tanto en Freud? Eso es extraño, nosucede en ninguna de las ramas de la ciencia. Es cierto que los nombres delos grandes físicos, matemáticos y químicos de hace un siglo o más estáninscriptos en los mármoles, sus libros están en las bibliotecas de las uni-versidades, pero hoy ya no significan nada en lo que hace a la práctica oa la investigación de los científicos, sólo tienen un valor histórico. Porqueel físico, el químico o el matemático están abocados a lo que se producede nuevo cada día, y se desinteresan, en su tarea de investigación, de lahistoria de su especialidad. La obra de Freud no es "el pasado" para elpsicoanálisis, no está en su memoria como la obra de otros fundadores deotras ciencias. Hay aquí una notable diferencia.
¿En qué radica el olvido como propiedad de la ciencia moderna? El olvidoespecífico de la ciencia es con relación a la historia, de su historia; ella notiene memoria del drama subjetivo del sabio, implicado en cada "revolu-
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ción científica". Por el contrario, en el psicoanálisis nunca van a dejar deestar presentes las huellas del drama subjetivo de Freud. Por siempre lasmarcas del deseo de saber de Freud6 y su derrotero van a estar en la es-tructura misma del psicoanálisis, porque el psicoanálisis justamente operaasignándole una función esencial a la historia y a la posición del sujeto enella, a sus actos y al recuerdo de los mismos.
Este olvido de la ciencia del drama subjetivo del sabio implicado ensus progresos y revoluciones, no implica la forclusión del sujeto, sinojustamente no querer saber nada de la verdad de lo que significó para élsu propio acto.
El no tener memoria, que significa no recordar el drama subjetivo,debe ser articulado, aunque parezca paradójico, con el hecho de que laciencia no olvida nada. La ciencia no tiene memoria del drama subjetivoque implicó cada uno de sus avances más significativos, pero no olvida,no puede olvidar, en su argumentación, ninguna ley, ningún principio,ninguna propiedad. En su campo no se admiten los lapsus de memoria,para ella son sólo errores. No se le puede permitir a ningún científico queolvide ninguna ley o principio aceptado.
El sabio, en su quehacer científico, no está autorizado a olvidar ningúndato relevante, aunque, por otra parte, olvida en la concepción de susnociones toda la historia subjetiva implicada por su ciencia y, consecuen-temente, la suya propia.
5e) Acumulación de saber. El saber de la ciencia moderna se caracte-riza por una acumulación enorme, lo que se podría describir como unaacumulación capitalista en la ciencia. De eso seguramente, se tiene unasensación clara. Ya nadie puede saber ni esperar saber todo, ni siquierade la sub-especialidad a la que esté abocado. Ya nadie puede detentar todoun saber, porque la acumulación es tan colosal, que resulta materialmenteimposible. No por nada las computadoras son imprescindibles, porque nohay sujeto que sea capaz de recordar los millones de datos de memoria7.
Esta acumulación del saber se articula a la figura moderna del sabio, ycon él al mérito y al examen como forma emblemática del saber moderno.
62) Partir de un acto de fe. La ciencia moderna implica, aunque parezcamentira, un acto de fe. Lo que es lo mismo que decir que en la estructurade la ciencia moderna está inscripta la tradición judeo-cristiana, en la quese origina la posición caracterizada por la fe.
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La noción de verdad para los hebreos, emunhá, era una dimensión deverdad que significaba seguridad, confianza en un Dios, que era lo único ensí mismo verdadero y, por lo tanto, a lo que se le podía tener fe. Esta nociónde verdad hebrea debe ser distinguida del significado del otro término queen esa lengua designa a la verdad: emet, más próxima al significado deveracidad en castellano. Se afirma frecuentemente que existe una íntimarelación entre la ciencia moderna, la Grecia antigua y la tradición judeo-cristiana, pero no es tan evidente el por qué. De la primera ya se destacóla operatoria de racionalización sobre el saber-hacer del esclavo a partirdel momento en que se atacó las bases de credibilidad del saber mítico.La relación existente con la tradición judeo-cristiana y la ciencia modernapasa (entre otras características) porque el acto de fe de aquélla es aquélen el que se funda la ciencia de Occidente.
Este acto de fe posee dos caras y se lo puede ejemplificar con dos frasesde Einstein, ¡quién mejor! La primera es: "Dios no engaña". Esta afirma-ción se basa en un acto de fe y significa que Dios no cambia la estructurade lo real con el fin de mentir o engañar. Los dioses griegos y romanos síengañaban y estafaban a los seres humanos. La historia de Sosias es muyelocuente de la forma en que eran entendidos ciertos fenómenos en elmundo de la Grecia antigua.
La tradición judeo-cristiana parte de un acto de fe. Consiste en sos-tenerse en la creencia en un Dios omnipotente que no engaña. Y es porpartir de una posición así que, por ejemplo, se pudo empezar a hacerexperimentación, porque se comenzó a confiar en que existe una racio-nalidad inalterable (sostenida en Dios y por él) detrás de todos los datosreales.
Este acto de fe es el que permitió que Descartes, quien se encuentraen los orígenes de la forma moderna de la ciencia, pueda dudar metódica-mente de todo lo aportado por los sentidos o lo que se tenía por conocido,pero sosteniendo esta duda en no siendo Dios engañador, ..."Vl", loque garantiza, entonces, la verdad de lo que se puede llegar a saber.
La segunda dimensión de este acto de fe es la indicada por la otra frasede Einstein: "Dios no juega a los dados". Se afirma así que la estructurade lo real es racional8, en este caso significa que no es azarosa. Estas ideasal no ser hoy día de validez universal para los científicos, parecen suponertambién un acto de fe. Para reconocerlo sólo hay que tener presente laexistencia de la física cuántica.
Las estructuras clínicas a partir de Lacan (Volumen I)
72) Contar con el principio de identidad. La ciencia funda la argumen-tación de lo que sostiene en el principio de identidad. Ella arranca de la leyque enuncia que "A = A", fundamento implícito del álgebra. Lacan llamaa esta maniobra "la infracción original de la ciencia"lx, ya que, si "A" esuna letra, no significa nada en sí misma (ni siquiera una forma constantede su escritura), sólo es la diferencia respecto de todas las otras, y si sóloes diferencia (en su esencia: un elemento diferencial último), carece deidentidad consigo misma.
8e) Forclusión de la verdad particular o subjetiva. Toda cristalizaciónde la actividad simbólica posee una función creadora de verdad; así laúltima característica de la ciencia, que aquí se indica, consiste en su posi-cionamiento respecto de la verdad: ella forcluye a la verdad del seno de susaber. Esto es, que la ciencia erradica la función de la verdad particularo subjetiva de sus explicaciones. Se requiere considerar, para aceptarlo,la distinción entre exactitud y verdad. La ciencia, siendo que opera conla exactitud, la adecuación de lo que se dice de algo con lo que ese algo es(como por ejemplo su medida o peso), no permite que la verdad subjetivadel científico cumpla papel alguno en sus argumentaciones o teorías.
Karl Popper, uno de los epistemólogos más famosos de la actualidad, aeste respecto afirma:
"... mi tesis de que una experiencia subjetiva, o un sentimiento de con-vicción, nunca pueden justificar un enunciado científico;..."*
Es ésta una formulación concisa y precisa de la erradicación completaen el campo de la ciencia, de la función de la verdad subjetiva. Nunca loque es verdad para alguien, por más prestigioso que sea, puede ser la jus-tificación de ningún enunciado científico.
Además, a la exactitud se opone lo inexacto, mientras que a lo verdaderose opone lo falso, pero como mentira. Motivo por el cual, la verdad implicasiempre a un sujeto.
d. Propiedades del sujeto de la ciencia
Se afirmó más arriba que el sujeto de la ciencia, el sujeto entendido comosu efecto (el S, S barrado), resulta antinómico a los principios de aquélla.Antinómico" quiere decir que el sujeto efecto de la presencia de la ciencia,Posee propiedades tales que se oponen a todas las características que seacaban de reseñar como siendo las de la ciencia. Las ocho característicasdel saber como producto de la maniobra científica mencionadas anterior-mente, son contrariadas por las propiedades del sujeto de la ciencia. Por
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lo tanto, respecto del sujeto con el que se opera en psicoanálisis se puedeafirmar que:
1Q) Racionalidad. El sujeto del inconsciente, y el inconsciente mismo,se caracterizan por un rechazo fundamental de ciertos principios de laracionalidad de la lógica, tal como ella es planteada en el seno de la cienciamoderna. Por ejemplo, en el inconsciente no opera el "principio de contra-dicción". En Lo inconsciente Freud afirma sin ambigüedad alguna, que enlo inconsciente no hay contradicción, o sea, que no impera el principio queafirma: "ningún ente puede ser al mismo tiempo 'P' y 'no-P'". La ausenciadel principio de contradicción, como propiedad de la lógica del inconsciente,no como la ausencia de lógica en él, establece que para lo inconsciente algopuede ser 'P' y 'no-P' a la vez.
2Q) Matematización. La formalización o la matematización debe sercomunicada ella misma, o sea, los llamados lenguajes naturales son nece-sarios para comunicar, para enseñar las matematizaciones de los lenguajesartificiales (como en el caso en el que las matemáticas se enseñan en caste-llano), lo que rompe con el imperio de los lenguajes matematizados sobrelos naturales y, consecuentemente, con la jerarquía de los metalenguajes.La formalización nunca dejará de ser dependiente, en este sentido, de loslenguajes "naturales".
3e) Comunicabilidad. La comunicabilidad entre los sujetos se hace me-diante los lenguajes naturales no matematizados. La comunicabilidad decualquier decir, dado que se hace sobre la base del significante y, dada supropiedad inevitable de ambigüedad, implica el reino del malentendido, locontrario de lo claro y distinto del método cartesianoxl, base del espíritu dela comunicabilidad científica moderna. Por lo dicho en 1Q) y 2Q) se deduceque es ineliminable el efecto sujeto dividido en el campo de la comunica-bilidad y el intercambio entre los sujetos en la ciencia moderna.
4Q) Carencia de memoria. La teoría del inconsciente de Freud se basaen una concepción de la memoria. Ella afirma que la memoria es doble-mente fallida, tanto por el lado del lapsus, que es la entrada de la verdadpor la vía de la equivocación, como del lado del recuerdo encubridor,que indica cómo lo real queda incorporado a la trama discursiva: en unaescenificación que ella genera. La memoria, como fallida y encubridora,coincide con el sujeto. El no puede recordarlo todo, ni olvidar algo pormás que quiera, aunque lo recordable no tenga otra estructura que lade una ficción.
5Q) Acumulación del saber. El saber en su dimensión esencial, es causan-te de cambios a través de lo que en él falta. La falta en el saber, el "saberno sabido", funciona como "deseo de saber", o sea, que se convierte en el
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motor de los actos en busca de saber. Es lo que falta en lo que se sabe yno la acumulación, por más grande que sea, lo que causa el movimientohacia el saber. Hoy, que se puede acumular una cantidad enorme de saber,el más sabio, no es el que más tiene acumulado.
69) Partir de un acto de fe. Por más fe que se posea, no se puede evitar elencuentro con la siguiente dimensión de Dios (o en términos de psicoanálisislacaniano "el Otro"): él puede engañar. No hay garantía de lo que del Otroproviene, pero también, y quizá más significativamente, se puede engañaral Otro, lo que demuestra la falla más radical de su omnipotencia.
7e) Contar con el principio de identidad. Por la legalidad del signifi-cante, que implica que cada uno de ellos sólo es la diferencia respecto detodos los otros, es imposible, en el sentido matemático de imposibilidad,que "A = A". Si un significante no significa nada, menos que menos pue-de ser, en lo que significa, idéntico a sí mismo. Desde la perspectiva delsignificante como pura diferencia, "A" no es igual a "A", lo que hace dela identidad del significante algo imposible0. Las frases "mi padre es mipadre" y "mi padre no es mi padre", son ambas plenas de sentido, ya queno es necesariamente cierto que, para todo sujeto: su padre sea su padre,ni que afirmarlo sea caer en una tautología. La lógica e importancia delas identificaciones se sostienen, justamente, en la falta de identidadsignificante del sujeto.
Ni siquiera la letra, como la estructura del significante localizado, escapaa la imposibilidad absoluta de la identidad.
8S) La forclusión de la verdad. La verdad opera como causa. La verdades un efecto del saber, o sea, de la articulación de los significantes que seintroduce en lo real a través de la pregunta del sujeto y se ve modificadapor los cambios en la estructura del saber, pero como efecto ineliminable,se convierte en causa de propiedades del mismo. Tal dimensión de la verdades designada por Lacan como:
"... las leyes de una gravitación que le es propia (al discurso) y que sellama la verdad. "x"
De esta forma metafórica Lacan eleva la verdad para el discurso, a unaposición homologa a la de la ley universal de gravitación en el mundo físico.Lo más determinante del discurso, en cuanto posicionamiento del sujeto,es la verdad, forcluirla de los argumentos imposibilita la localización delsujeto. La prueba de la presencia de un sujeto en una argumentación es
'• El "A = A" se lo encuentra parcialmente también en la obra de Freud, dado su postuladodel Principio de identidad.
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la respuesta afirmativa a la pregunta sobre si el argumento puede estarhecho para mentir.
Así se ve cómo cada una de las características de la modalidad científicade operar con el saber es contradicha por el sujeto con el que se opera enpsicoanálisis, que es el mismo, aunque parezca paradójico, que se producecomo efecto de la ciencia.
Además de estas propiedades del sujeto de la ciencia, que lo plantean,cada una de ellas, como contradictorio con los principios de aquélla, y quedemuestran su división, hay que destacar, que aún existe otra dimensiónde la división del sujeto en torno a la ciencia que debe ser considerada. Estamodalidad de la división es la que se plantea entre el sabio, el sujeto quese supone que sabe, y cierta dimensión de ignorancia que le es propia10.
La ciencia es capaz de saber, de ese lado se coloca al sabio, el que sesupone que sabe; por el otro, no se sabe qué quiere la ciencia, o sea, no sepuede evitar la nesciencia, que se vincula siempre al deseo11. El científico escapaz de saber qué puede hacer y hasta qué puede llegar a saber, pero quedadividido por un punto de nesciencia, ya que no puede saber qué quiere comocientífico y qué quiere la ciencia en sí misma. Muchos de los problemas de laactual discusión sobre la ética del proceder científico, se derivan del hechode que la ciencia, como los científicos, no saben lo que desean.
e. Sujeto dividido12 e intentos de la ciencia de suturarlo
Hay respuestas de la ciencia para contrarrestar el efecto antinómicoque se viene describiendo, o sea, el sujeto dividido y su correlato: el Otroincompleto. Son fundamentalmente dos, muy dispares entre sí, aunquearticuladas en un punto: la lógica simbólica moderna y la psicología13.
Las estructuras clínicas a partir de Lacan (Volumen I)
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Desde la perspectiva del psicoanálisis, la lógica simbólica es una de lasmodalidades fundamentales de la ciencia de suturar al sujeto dividido.¿Qué es suturar al sujeto dividido? Sutura designa la maniobra de hacero coser de dos, uno. Donde está el intervalo, la hiancia, la abertura, seintenta una sutura. Que la lógica sea una de las principales formas desutura desarrollada por la ciencia se articula perfectamente con lo que seafirmará más adelante respecto a la esencia lógica del inconsciente, delsujeto y del objeto a. Lógica será la principal vía del intento de sutura;lógica también será la vía por la que el psicoanálisis tendrá una chance demantener operante la apertura. El otro recurso de la ciencia para contra-rrestar el efecto contrario que es el sujeto dividido, es la psicología, o sea,la ciencia del hombre. Entonces, la ciencia moderna tiene dos maniobraspara suturar al S: la lógica simbólica moderna y la psicología.
En el contexto de estas elaboraciones se considerará a la lógica de dosmodos distintos:
1) Como disciplina, la que comenzando con Aristóteles, pero conociendoantecedentes más antiguos, termina convirtiéndose en la lógica simbólicamatemática. Para varios de los estudiosos de la filosofía de la lógica es dudosoque exista un "carácter esencial" para la definición de la lógica, aunque parala gran mayoría de los lógicos modernos, la lógica es el estudio y el estableci-miento de los principios o cánones de la argumentación válida, o de la validezde la inferencia. En este sentido, puede decirse que una reflexión lógica secaracteriza por partir de proposiciones consideradas verdaderas sin requerirdemostración, todas las restantes proposiciones son derivadas de las inicialesy, finalmente, el proceso de derivación debe ser realizado sin dar por supuestosotras proposiciones. O sea, la lógica como disciplina se ocupa de las relacionesde consecuencia entre las premisas y las conclusiones de una argumentacióncorrecta. Desde esta posición son muchos los autores que ven en la lógica ala ciencia de las ciencias, ya que indicaría el correcto razonamiento de todainferencia científica, más allá de cualquier contenido.
Así definida, se hace necesario articularla y distinguirla de la psicología,dado que ésta sería, al menos en una perspectiva, la ciencia que estudiaríael correcto funcionamiento del pensamiento y sus fallas. Este punto deconfluencia entre lógica simbólica y psicología, se ve claramente, por ejem-plo, en el título de la obra de Boole, "Las leyes del pensamiento", y en ladefinición de lógica de Frege como "un lenguaje simbólico del pensamientoPuro". El haber planteado a la lógica simbólica y la psicología como las dosmodalidades de la ciencia moderna de suturar a su efecto sujeto, guardacoherencia con el hecho de que efectivamente, desde el campo de la mismalógica, se produce la asociación con la psicología.
Desde esta perspectiva, cabe destacar que, desde que hay lenguajey seres hablantes, y no hay lo uno sin los otros, hay, necesariamente,
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en forma intra e intersubjetiva, disputa, discusión y refutación. Desdeel mismo origen, los seres hablantes llevaron a cabo inferencias y so-metieron a crítica tanto las propias como las ajenas. Esto sigue siendoasí, obviamente, en la actualidad. Pero el surgimiento de la lógica comodisciplina en el mundo griego, se produce a partir de cierto agotamientode la religiosidad mítica como forma de concebir lo sobrenatural. Lamitología fue una modalidad del pensamiento religioso que carecía, porsu misma estructura, de la posibilidad de crítica racional interna. Lareligión con ambición de racionalidad surge justamente con la confluen-cia de la fe monoteísta hebrea y la racionalidad helénica llevada a cabopor el cristianismo. En esta tradición, y no podía ser en otra, surgen laciencia moderna y la lógica simbólica.
2) Como un razonamiento sostenido en argumentos explícitos, concoherencia entre sí, cuya validez surge de esa misma articulación y nodel uso por parte de los teóricos profesionales de la lógica o de sus le-yes. La formulación del razonamiento deberá tener una forma tal quepermita el planteamiento de la pregunta clave sobre sí mismo: "¿porqué afirma lo que afirma?". A su vez, la modalidad de la respuestadeberá posibilitar a su vez la crítica racional. En psicoanálisis estos"principios" argumentativos deben ser considerados, porque son recla-mados desde la posición que se ha denominado "sujeto de ciencia". Enla experiencia psicoanalítica, esta dimensión lógica: que el sujeto diga"¿por qué?", es la que anuda la lógica con la posición ética, ya que eldecir "por qué" introduce la dimensión de responsabilidad acentuadapor el inconsciente.
En psicoanálisis, en relación con la lógica simbólica moderna como ladisciplina arriba descripta, no se aceptarán muchas de sus leyes funda-mentales. A partir de Freud, se postula que el inconsciente está regidopor una lógica que no respeta los principios de no contradicción, terceroexcluido e identidad. Desde el mismo campo de la lógica simbólica mo-derna, se postula hoy día la existencia de lógicas válidas desde la propiadisciplina, que tampoco respetan tales principios, como, por ejemplo, laslógicas plurivalentes, informales y paraconsistentes.
Cabe destacar, además, que también en el mismo campo de la lógicasimbólica, se ha introducido: 1) el problema del no-todo (a través de lasinvestigaciones de Alonzo Church); 2) el descubrimiento de las paradojasinternas de los sistemas de Cantor y Frege y 3) la crítica de Brower a launiversalidad del principio del tercero excluido. Estos desarrollos han mi-nado, en el campo de la lógica simbólica la ilusión del todo completo, deluniverso sin fallas.
Desde Lacan y para el psicoanálisis, se rechaza la validez de la aplica-ción de las nociones de universo de discurso (Augustus De Morgan) y de
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nietalenguaje (Alfred Tarski). En psicoanálisis se sostiene lo contrario:"no hay nietalenguaje", en el sentido de un lenguaje que, por ser superiora un lenguaje "natural" o "lenguaje objeto" supere los efectos estructura-les de todo lenguaje, o sea, no hay nietalenguaje que pueda ser hablado14."No hay universo de discurso"15, como conjunto universal, como un Otrocompleto o un orden simbólico sin fallas.
Otra de las características de esta lógica simbólica, importante de des-tacar, es que ella reduce la verdad a un juego de letras, "V" y "F". Para elsujeto hablante la verdad tiene un valor dinámico eminente, implica unafuerza dialéctica. O sea, la verdad como motor del movimiento es totalmenteborrada del campo de la lógica, donde pasa a ser sólo un cuadro inerte.
Se ve así que la lógica simbólica sostiene principios que niegan la divi-sión del sujeto, y la incompletud del Otro.
Cabe, a esta altura, incluir entre los argumentos referidos a la in-completud del Otro, el que afirma que todo orden simbólico se muestraincompleto a la hora de justificar formalmente los axiomas sobre los quese funda lo que es obvio con sólo recordar lo que "axioma" quiere decir. Es"lo que merece ser creído o considerado digno", y en los sistemas formaleses aquella proposición primera considerada evidente e indemostrable.
La otra dimensión que propone la ciencia para unir al sujeto dividido queella produce, es el desarrollo de la ciencia del hombre: la psicología. La psico-logía como ciencia moderna, se funda en la maniobra que hace del sujeto unobjeto de estudio, un objeto de conocimiento científico. De esta manera, lapsicología tiende a cerrar el efecto sujeto, suturarlo, mediante la objetivación.¿Cuál es el nombre del sujeto convertido en objeto?: el hombre. Entonces, comoobjeto de estudio, el sujeto es tomado en una aparente unidad del hombre.
El sujeto dividido al convertirse en objeto de estudio, pierde toda po-sibilidad de condición particular, ya que, lo que se pueda decir de él comoobjeto de estudio, será válido para la inmensa mayoría de los mismos,considerados como unificados, equiparables y normales.
Esta es la maniobra objetivante más grande y prestigiosa que jamáshaya existido, dado el reconocimiento que la ciencia posee en la actualidad,al que se puede denominar "sacralización de la ciencia".
Más allá de las implicancias subjetivas del desarrollo de las concepcionesde la lógica simbólica y la psicología, hay otro efecto de la presencia dela ciencia en la subjetividad moderna, una verdadera usina de malestar.Dada la universalización generada por la ciencia, se considera a todos lossujetos por igual, borrando así las diferencias particulares propias de lacondición subjetiva. El que la ciencia tome a todos por igual, más todas las
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propiedades antes reseñadas, producen en la subjetividad moderna efectosde malestar muy especiales.
Entre ellos, por ejemplo, según la designación de Freud: "el narcisismode las pequeñas diferencias" y la política de segregación que esto produce,innegablemente son consecuencia, respuesta, a que la ciencia postula atodos por igual. Los seres humanos modernos, los de fin de este siglo sedesesperan tratando de hallar la diferencia que fundamente su identidady la manera más frecuente e inútil de hacerlo es segregando al de al lado.El nazismo podría ser considerado como el ejemplo más sobresaliente.
También parece innegable que el incremento de los fanatismos religiososes otro efecto de la presencia de la ciencia. El incremento de los fanatismosreligiosos es un efecto de la presencia de la ciencia, porque esa forma dereligiosidad es un retorno a lo irracional, que fuera erradicado progresiva-mente por la racionalidad científica. Pero dado que contempla la funciónde la verdad subjetiva, es una opción que cautiva a un inmenso número desujetos. La ciencia impone por doquier un discurso racional que forcluyela verdad. Los fanatismos religiosos reintroducen la verdad pero sobre labase de la discriminación y la irracionalidad de las explicaciones.
Se verifica que a más desarrollo y extensión de los efectos de la presenciade la ciencia, les corresponde más religión, más mística y más magia. Alcontrario de lo que muchos creyeron durante varias décadas del comienzode este siglo.
Dentro de este cuadro, el psicoanálisis como respuesta terapéutica almalestar en la cultura moderna, está destinado a ofertarse para la recupe-ración de la condición particular de cada sujeto (esto es incluir su verdady su deseo, sin la exclusión del prójimo), que atempere el sufrimiento enexceso, dentro de un discurso racional y que sea formalmente comunicable.Es por eso que la propuesta de trabajo en torno de las estructuras clínicas,es realizada sobre la base de un discurso racional.
f. La noción "sujeto" con la que opera la ciencia
La ciencia, además de intentar suturar al sujeto que engendra, opera ellatambién, con una noción de sujeto. O sea, el cuadro es complejo. Dada unamaniobra sobre el saber, se produce un efecto de sujeto dividido. Este efectosujeto, dado que es antinómico a la ciencia, justamente por ser dividido, esatacado en su división mediante un intento de sutura, a través de la lógicay la psicología. Pero, además de intentar suturarlo, conviene percatarseque la ciencia también opera con una noción de sujeto, lo que hace desistirdefinitivamente de la idea de que la ciencia forcluye al sujeto.
El uso, por parte de la ciencia, de la noción sujeto, se puede establecer,por ejemplo, en torno del análisis del sujeto del cálculo de estrategias. Se
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trata en este caso de la teoría matemática de los juegos de estrategias yconducta económica, desarrollada por J. von Neumanny O. Morgenstern16.En ella se opera con una noción muy específica de sujeto.
Los juegos de estrategia no deben ser confundidos con cualquier "juegode salón" o "juego de azar". El ajedrez es un juego de estrategia, la ruletano no hay nada de estrategia en ella. Hay juegos que son de puro azar, hayjuegos que son de pura estrategia y hay juegos mixtos. En el ajedrez nohay nada de azar. Hay juegos que son mezcla de azar y estrategia, como,por ejemplo, los juegos de cartas como el bridge (depende de qué cartastoquen y qué estrategia se elija para utilizarlas).
Cabe destacar que los juegos de estrategias como el ajedrez y los mixtoscomo el bridge, están muy presentes en las consideraciones psicoanalíti-cas. Al menos se debe tener en cuenta que la metáfora fundamental deldespliegue de un análisis para Freud, su creador, es el juego de ajedrez,y que Lacan, también aporta la suya: el análisis como una partida debridge. Algo equivalente sucede en la lingüística. También F. de Saussurecompara y articula la estructura de la lengua con el juego de ajedrez.
Todo indica que la teoría matemática de los juegos de estrategia y suconcepción del sujeto, debe ser articulada a lo que en psicoanálisis seconcibe como el sujeto.
¿Cuáles son las propiedades asignadas al sujeto de los juegos de estrate-gia por el análisis matemático? Que el sujeto: 1) quiere ganar (sabe lo quequiere y quiere su bien), 2) conoce todas las reglas, y 3) mientras juega noolvida nada del juego. Es importante tener en cuenta que para esta ramade las matemáticas, el sujeto debe tomar decisiones, ya sea en un juegocomo en una empresa o negocio (de ahí la "conducta económica"), o sea,se enfrenta a elecciones responsables.
Esta concepción del sujeto, elevada a la categoría de "la concepcióncientífica del sujeto", proviene del hecho de que la ciencia olvida que elorden simbólico no es completo. Y si al orden simbólico se lo supone com-pleto, entonces se pueden saber todas las reglas y no se olvida ningunamaniobra. El sujeto de la ciencia, es el sujeto que se coordina con un ordensimbólico completo.
No sólo desde el campo del psicoanálisis se objeta a la concepción quehace de un orden simbólico un todo completo. Baste recordar el desarrolloen el mismo seno de lo más prestigioso del mundo de las ciencias exactasmodernas, el teorema de la incompletud de la aritmética de Kurt Gódel;las ecuaciones de incertidumbre que Heisemberg demostró para la física,y las investigaciones de A. Church en torno a la aplicación del teoremade Gódel a la lógica simbólica moderna. Como se afirmó más arriba, lasconcepciones psicoanalíticas en torno a la incompletud del Otro, se ven
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avaladas por ciertos desarrollos de incuestionado valor científico en ma-temática, física y lógica.
g. Incompletud y verdad
El sujeto tal como lo concibe el psicoanálisis y sobre el que practica, notiene por correlato un orden simbólico completo, al sujeto dividido (S) lecorresponde un orden significante incompleto (A). Pero la ciencia tiendea hacer caso omiso de que el orden simbólico no es completo. Incompletudcomo la que recién se afirmó, puede ser demostrada en los mismos términosde la ciencia. Es desde ella misma que puede afirmarse que no existe unorden simbólico completo, al cual le correspondería, un sujeto como el delcálculo de estrategia, un sujeto unificado. Se trata de una ilusión, quizála más importante ilusión de la ciencia moderna.
El sujeto es dividido y esto se manifiesta fundamentalmente en el ámbitode la verdad. Es por eso que la ciencia forcluye la verdad. La incompletuddel Otro, del orden simbólico, se registra esencialmente como un problemade verdad: no se puede saber la verdad de la verdad. Otra forma de decirloes que no hay garantía respecto de la verdad, "no hay un Otro que garan-tice la verdad del Otro". Y lo que la ciencia forcluye es esta dimensión: lainexistencia de la verdad de la verdad.
¿Cómo demostrar que no hay verdad de la verdad? Primeramente, si seacepta que la verdad es una dimensión introducida en lo real por la palabra,hay que aceptar que toda palabra verdadera es mentirosa debido a que siendoque ella parece referirse a lo real, no hace otra cosa que oponerse y entramar-se con otras palabras. Secundariamente, toda palabra es mentirosa en tantoque toda palabra verdadera, para postularse como verdadera, debe decir desí misma que no es mentirosa, lo mismo que toda palabra mentirosa. Unapalabra mentirosa para mentir dice de sí misma que no es mentirosa, haceexactamente lo mismo que hace la palabra verdadera. Este es el problema:como la verdad es una dimensión introducida en lo real por la palabra, es lapalabra misma la que debe garantizar la verdad, a diferencia de la exactitudque se garantiza por su adecuación a lo real. Y la palabra para garantizarsecomo verdadera, debe decir de sí misma que no es mentirosa, lo que la haceidéntica a la palabra mentirosa. Con lo cual no hay palabra que pueda evitarlos efectos de la falta de verdad de la verdad.
Siendo que el Otro es incompleto, se puede afirmar en el mismo sentido,que no hay Otro que garantice la verdad. Lo que se acaba de decir contra-dice, en otro sentido que el antes expuesto, la frase de Einstein: "Dios noengaña", ya que de eso no hay garantía.
Las estructuras clínicas a partir de Lacan (Volumen I)
h. Psicoanálisis con lógica
Si en psicoanálisis se argumenta bajo formas no coherentes, con frasesrepetidas sólo por el prestigio de sus autores, sin la validación de una argu-mentación racional, en absoluto se va a diferenciar de las otras respuestasa los efectos de la presencia de la ciencia en el malestar en la cultura, comola magia y la religión. Cada psicoanalista está destinado a encarnar larespuesta racional, científica y particularizada a las demandas causadaspor el malestar en la cultura, cuya modalidad actual está connotada porlos efectos de la presencia de la ciencia moderna.
El tratamiento que se realizará del tema de las estructuras clínicas noconsistirá exclusivamente en un comentario de textos; lo que se afirme nose va a sostener necesariamente con citas de autores que tengan prestigioy reconocimiento en la actualidad, que hagan tener confianza en aquelloque se dice, como por ejemplo Freud y Lacan. El motivo de ello es que eleje que dará continuidad a toda la elaboración es una lógica; se intentaráfundamentar lo que se afirme con una elaboración sostenida por una ar-gumentación racional.
Sin embargo, el abordaje más frecuente de estos problemas es el queconsiste en concebir la noción de estructura clínica como un cuadroclínico. El término "cuadro" es muy elocuente del problema del que setrata; muchas veces parecería que la estructura misma de lo que es, porejemplo, una neurosis obsesiva o una histeria, se establece en dependenciade la habilidad o genialidad en delinear "trazos" o "rasgos", tal como unartista aplica pinceladas sobre un lienzo. O sea, se podría decir lo quecasi todo el mundo dice: que el conocimiento de las estructuras clínicasque legaron Freud y Lacan se debió a que ellos eran "grandes clínicos".No se niega que hayan sido magníficos clínicos, sino que se parte de unasuposición contraria: lo que ellos legaron como enseñanza se basa enuna articulación lógica, que les permitió a ellos mismos desarrollar lascoordenadas de una práctica en la cual las estructuras clínicas hallansu lugar, y que esa lógica es comunicable y aplicable sin ser necesario elrasgo de genialidad.
No se tratará, entonces, de sostener exclusivamente el tratamientode las estructuras clínicas mediante lo que Freud y Lacan dicen que son,dado que ellos fueron magníficos clínicos. Lo que se propone es que lo quee sabe y se puede llegar a saber sobre las estructuras clínicas, reposa so-ore una elaboración conceptual que es lógica y que lo que Freud y Lacanegaron fue justamente la lógica de la elaboración de esos conceptos. Laropuesta es establecer los términos y las articulaciones de esa lógica que,su vez, permiten entender y justificar citas freu dianas o lacanianas y, dese modo, favorecer nuevos desarrollos evitando repeticiones dogmáticasestériles.
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Con respecto a las estructuras clínicas es especialmente importantela elaboración racional en sustitución de la mera repetición debido a quees un campo donde pululan los prejuicios. Como ya se dijo, es comúnque las estructuras clínicas sean concebidas como un cuadro. Sin unaargumentación fundada, los casos famosos, tales como "el Hombre de lasRatas", "Dora" y "el pequeño Hans", llegan a funcionar como "los cuadrosoriginales", las verdaderas obras de arte de los genios del psicoanálisis. Apartir de allí todo es analogía. Desarrollar una lógica que permita soste-ner un discurso racional y coherente sobre las estructuras clínicas y, a suvez, atacar los prejuicios y paralelismos, es quizá uno de los trabajos másperentorios en el campo psicoanalítico, donde reinan los obsesivos y lashistéricas "de libro".
Sólo una elaboración lógica restituirá el valor racional de los con-ceptos psicoanalíticos. Pero, ¿qué relación guardan ellos mismos conla lógica? ¿No se exagera en estas páginas, la importancia de la lógica?Se proponen aquí sólo tres citas, una de Freud y dos de Lacan, paraestablecer al menos, qué función cumple según ellos, la lógica en psi-coanálisis.
La primera es la freudiana, útil para demostrar los problemas que hayen la transmisión de las nociones de Freud. Es una cita elegida para co-rroborar que para Freud el inconsciente es esencialmente lógica, lo cualno parece, en absoluto, que sea un argumento generalmente conocido oadmitido entre los psicoanalistas. La cita de Freud es de Sobre la psicote-rapia de la histeria, de Estudios sobre la histeria.
"El material psíquico de una histeria así se figura como un productomultidimensional de por lo menos triple estratificación ...""Primero, es inequívoco un ordenamiento lineal cronológico que tienelugar dentro de cada tema singular. "Xl"
Ésta es la primera estratificación, planteada como un ordenamientolineal cronológico. Metáfora de esto podría ser la línea ideal que atraviesacada uno de los billetes de un fajo de billetes.
"Ahora bien, esos temas muestran una segunda manera de ordenamien-to: están -no puedo expresarlo de otro modo- estratificados de maneraconcéntrica en torno del núcleo patógeno."
Esta es la dimensión más conocida, las famosas catáfilas de cebollas.En ambos párrafos citados están planteadas relaciones espaciales y lasmetáforas que les pueden corresponder, también son espaciales. La cita,sin embargo, sigue así:
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"Nos resta ahora por consignar un tercer tipo de ordenamiento, el másesencial y sobre el cual resulta más difícil formular un enunciado uni-versal. Es el ordenamiento según el contenido de pensamiento, el enlacepor los hilos lógicos que llegan hasta el núcleo, enlace al cual en cadacaso puede corresponderle un camino irregular y de múltiples vueltas.Ese ordenamiento posee un carácter dinámico, por oposición al morfo-lógico de las dos estratificaciones antes mencionadas."
0 sea, si se busca un dinamismo para operar sobre el inconsciente, sedebe incidir sobre la dimensión lógica.
"Si se está por iniciar un análisis de este tipo,... Ese avance se producesuperando resistencias,... Pero por regla general es preciso resolver antesotra tarea. Hay que adueñarse de un tramo del hilo lógico, pues sólo consu guía puede uno adentrarse en lo interior."
La dimensión más esencial y dinámica del inconsciente de Freud eslógica y no espacial. Siendo así se puede disolver un problema que hoyen día parece que ya no está tan sobre el tapete, aunque eso no quieredecir que no esté como asignatura pendiente para muchos analistas.Tal problema consiste en concebir al psicoanálisis como una "psicologíade las profundidades o profunda", que justifica el permanente uso porparte del público en general de la expresión "subconsciente" en lugarde "inconsciente". Mediante la acentuación de la dimensión lógica sedisuelve el problema de la profundidad, ya que efectivamente Freudaclara que lo esencial no son problemas de espacio, concéntrico comouna cebolla o lineal como un fajo de billetes. Lo más importante y loúnico dinámico es la dimensión lógica. El "topos" de Freud, el que ar-ticula su tópica, es esencialmente lógico. Es por eso mismo que, desdeel comienzo, a Freud le fue necesario distinguir los principios lógicosimperantes en el inconsciente de los de la disciplina lógica.
En la segunda cita, de Presentación de las memorias de Schreber, Lacanafirma:
Para construir al sujeto como conviene a partir del inconsciente, es dela lógica que se trata. "XIV
Al igual que Freud, plantea como propiedad fundamental del sujeto delinconsciente a la lógica. En Radiofonía, sostiene:
El (por Freud) facilitó el camino al práctico que sepa ligarse al ludionlógico que forjé para su uso, es decir el objeto a. "xv
Alfredo Eidelsztein
El objeto a no es ningún objeto de existencia real, es algo forjado porLacan, que posee la estructura de un ludion lógico. ¿Qué es un ludionlógico? Es algo muy poco conocido en la actualidad. Lacan, que fue al-guien que pensaba y cifraba mucho en función de quien lo escuchabao quien lo leía para decir lo que tenía para decir, en este caso, comoen tantos otros, hizo una elección muy precisa para la designación delobjeto a17. El ludion es un aparato forjado para demostrar, por ejemplo,la modificación de la presión interna, lo que sin su ayuda no se com-probaría. Además hay una relación etimológica entre el "ludion" y lo"lúdico. Es muy sugerente que Lacan utilice, para dar cuenta del objetoa, algo que incluye en sí mismo la idea de lo lúdico, de lo interesante.Lacan forjó un objeto para hacer evidente lo que sería invisible de locontrario; a su vez, lo creó de una forma tal como para generar interésentre los psicoanalistas.
En el campo del psicoanálisis la estructura del ludion es lógica, porquese trata de hacer manifiesta una cierta lógica. Este objeto inventado porLacan, el objeto a, tiene una estructura exclusivamente lógica.
Inconsciente, sujeto y objeto a, para sus respectivos creadores, tienenestructura lógica y solamente serán accesibles al entendimiento y opera-tividad si se desarrolla la lógica que les corresponde18. Es la misma lógicaque se tratará de establecer en el tratamiento de las estructuras clínicas.Sin el desarrollo de esa lógica y su tratamiento racional, el psicoanálisisse confundiría con otras modalidades de recepción y respuesta a las de-mandas causadas por el malestar, tales como las del religioso, del brujo odel curandero. Pero como éstas no tienen base racional, ni pretensiones decientificidad ni aportan una respuesta de índole particular, no son aptaspara todos aquellos sujetos que requieren esas propiedades en su cura.
i. Cosmovisión y particularidad
Para el sujeto con el que opera el psicoanálisis se propuso elevar laciencia a la categoría de determinante fundamental en el malestar en
Las estructuras clínicas a partir de Lacan (Volumen I)
cultura. Esta maniobra implica un peligro: tender a explicarlo todomediante esa promoción del discurso de la ciencia. ¿No hay que tomar encuenta otros determinantes?, ¿no es fundamental para el sujeto moderno,or ejemplo, la distinción entre capitalistas y proletarios?, ¿no hay queconsiderar las diferencias de las posiciones sociales? Este tipo de preguntaspueden multiplicarse.
El peligro del que se trata se denomina cosmovisión (Weltanschauung)y la pregunta es si la elevación de la ciencia a la categoría de determinantefundamental no conduce a una cosmovisión. En términos de Freud unacosmovisión es una solución intelectual a todos los problemas de la exis-tencia mediante una hipótesis suprema. Para Freud, tanto la filosofía,como la religión y la ciencia promueven sus respectivas cosmovisiones.Las filosóficas y religiosas se caracterizan por ser completas y acabadas, lacientífica, o sea, la forma científica de explicar al mundo en forma unitaria,debe caracterizarse por dejar diferido al futuro la concreción del programaexplicativo, y mientras tanto quedar abierta e inacabada.
Al establecer lo que es una cosmovisión, no hay que olvidar que Freud yLacan, como muchos otros psicoanalistas sostuvieron que el psicoanálisisno debe constituir o favorecer la constitución de una cosmovisión (en rea-lidad es inepto para ello). Freud sostuvo que el psicoanálisis debe adherira la de la ciencia, siempre y cuando esta última mantenga la condición deno presentarse como acabada y completa.
Se trata, entonces, de distinguir entre elevar a la ciencia al rango dedeterminante fundamental del sujeto moderno y la constitución de unacosmovisión psicoanalítica. Para evitar esto último se debe establecer quéconcepción de sujeto es la que participa de la expresión "sujeto de la cien-cia". El sujeto es lo que un significante representa ante otro significante,lo que lo define como dividido. Existen al menos dos formas de leer estafórmula de Lacan (lo que demuestra la inevitable división del sujeto): "elsujeto es lo que un significante representa frente a otro significante" yel sujeto es lo que un significante representa frente a Otro significante".Ambas son correctas y deben ser tenidas en cuenta en forma conjunta.La primera localiza al sujeto entre dos significantes (Si y S2), la segundaafirma que un sujeto es lo que representa un significante frente a Otro,representado él también mediante un significante. La segunda es menosutilizada, pero se hace necesaria en este nivel de las argumentaciones,ebido a que en la definición del sujeto incluye su relación al Otro, y no
y sujeto sin Otro. Dado que el campo del Otro incluye siempre para elsujeto el problema de la verdad, obliga a concebir a este Otro, no sólo como"nf1"tercero siemPre presente en cada acto de palabra, sino también comoro sujeto"19. Esta modalidad de lectura de la fórmula canónica de Lacan
19 En ' ■--
Próximos capítulos se distinguirá entre el Otro como lugar vacío, al que se denominará> y el Otro como un sujeto que encarna ese lugar, al que se denominará Otro.
Alfredo Eidelsztein
se la puede encontrar, por ejemplo, en De una cuestión preliminar a todotratamiento posible de la psicosis y en Posición del Inconsciente. "XVI
La fórmula de Lacan, en especial en su segunda modalidad, estableceuna gran limitación en la concepción del sujeto, que erradica el peligro decaer en una cosmovisión. Dada esta limitación, se deja de lado todo el serhumano o toda la persona, ni siquiera se incluye todo el sujeto humanohablante. Decir que un sujeto es lo que un significante representa anteotro/Otro, es plantear que para el sujeto, tal como se lo considera desdela perspectiva del psicoanálisis, las relaciones entre los significantes y lossujetos serán los determinantes esenciales. La forma en que se planteenlas relaciones entre los significantes será el determinante fundamentalpara la constitución y posición del sujeto con relación a los otros sujetos;no dará cuenta de todo el ser humano, ni de todos los seres humanos, porejemplo, de su condición biológica; sí será el determinante fundamentalde la posición del sujeto. Nuevamente se establece la oposición entre sig-nificante y todo.
Como ya se afirmó, la ciencia moderna es una forma (existente a partirdel cogito cartesiano) de concebir y operar con el saber, campo éste queconsiste en relaciones entre significantes. Sobre esta base, se puede afirmarque la ciencia moderna tiene por efecto un sujeto nuevo, dada la íntimarelación entre saber, significante y sujeto. La relación entre los significanteses lo que se denomina saber, y es elevada a la categoría de determinantefundamental del sujeto. La elaboración del saber que es la ciencia, es elantecedente lógico del surgimiento del sujeto con el que opera el psicoaná-lisis'20. Teniendo como base la noción de "sujeto de la ciencia", se obtienela razón para establecer que no se promueve una cosmovisión en estosdesarrollos, ya que no todo sujeto hablante es sujeto de la ciencia.
El sujeto de la ciencia, aquello sobre lo cual se aplica el saber y la prácticadel psicoanálisis, no implica en absoluto una cosmovisión, todo lo contrario.Indica una profunda hmitación espacio-temporal. ¿Cuál? La época y el territo-rio donde la ciencia moderna se desarrolló, fuera de los cuales no podría habersido desarrollado el psicoanálisis. En ios siglos XI, XII y XIII no hubiera podidohaber psicoanálisis. Este tenía que desarrollarse en el Occidente moderno.
Como consecuencia de lo afirmado, puede plantearse un problema muyinteresante y poco estudiado con relación a aquellos sujetos contemporá-neos, a los cuales no se puede aplicar la noción o categoría de sujetos de laciencia. Habría que investigar si se pueden aplicar tal cual las nociones delpsicoanálisis a los sujetos que pertenecen a las tribus australianas o amazó-nicas ya que, sin postularlos como subjetividades primitivas, (la noción desujetos primitivos está absolutamente erradicada de cualquier antropología
Las estructuras clínicas a partir de Lacan (Volumen I)
ria) no son sujetos de la ciencia. Respecto de ellos habría que estudiarSómo se podrían aplicar las nociones y el saber del psicoanálisis.
El psicoanálisis sólo se podría aplicar directamente, tal cual es, en Occi-dente esto es, la cultura caracterizada por: el monoteísmo judeocristiano,la filiación patrilineal y la familia nuclear patriarcal (comunes al campoheredero del indoeuropeo) y el saber bajo la modalidad de la ciencia mo-derna Por fuera de Occidente, o sea, sin tales condiciones, no se sabe y,consecuentemente, no se pueden aplicar tal cual las nociones y practicarel psicoanálisis. El no saberlo no quiere decir que no se pueda saber, sóloque hay un atraso notable en la investigación al respecto.
A diferencia de las grandes limitaciones que se acaban de plantear(no todo del ser humano y no todos los sujetos), los conocimientos de laciencia, por ejemplo de la biología y dentro de ella el ADN, o el dogma dealguna religión, por ejemplo la cristiana, implican una cosmovisión, y síse aplican sin límites temporo-espaciales. A todos los seres humanos, paraestos saberes, se le aplican tanto el ADN como el Dios todopoderoso.
¿Cuál sería, a este respecto, la función del psicoanálisis? Ser unapráctica terapéutica basada en una respuesta racional y comunicable almalestar en la cultura específico al sujeto de la ciencia, concebido éste enforma particular mediante la reintroducción de la función de la verdaden el campo del saber.
Con la "condición particular" se obtiene el tercer argumento para afir-mar que desde el psicoanálisis no se promueve una cosmovisión al postulara la ciencia como el determinante fundamental. El "sujeto de la ciencia"para el psicoanálisis implica: a) no todos los sujetos, b) no todo del serhumano y c) cada uno tomado en forma absolutamente particular, lo queimpide que constituya cualquier tipo de universo o todo.
El psicoanálisis debe ser una respuesta racional y comunicable, ya quedebe poder ser distinguido de la magia y de la religión. Y debe ser distin-guible de la magia y la religión, ya que ellos son dos campos de saber que, adiferencia de la ciencia, operan, como el psicoanálisis, con la dimensión dea verdad. O sea, la única forma que el psicoanálisis tiene de distinguirsee la magia y de la religión es que, operando como ellas con la verdad, debeconsistir en una respuesta racional, comunicable y particularizada.
¿Qué quiere decir que debe ser racional? Que pueda decir por qué afirma0 que afirma. Implica un: "Esto que dices, ¿por qué lo dices?" Planteado. se establece una relación directa con la práctica del analista: sus inter-enciones están orientadas a que el analizante también diga "por qué",omunicable es lo que se intenta hacer mediante este trabajo. ComunicablesiTt °a qUe Se ^e^e Poc*er decir 1° °xue es y afirma el psicoanálisis a cualquiermis °,U!teresac*0- El psicoanálisis debe poder ser perfectamente comunicableana de la práctica o el análisis de un caso. Como dato se puede tomar
Alfredo Eidelsztein
en cuenta a quién fueron dirigidos los textos y conferencias de Freud (ia loslegos por supuesto!), y los principales trabajos de los Escritos de Lacan. Unnúmero importante de ellos, y de los más relevantes para el establecimientode sus enseñanzas, fueron conferencias o escritos para no analistas, comopor ejemplo: filósofos, estudiantes de letras, psiquiatras, etc21.
No hace falta, como tanto se escucha o lee, que alguien se analice paraentender las nociones del psicoanálisis. Algo muy distinto es la verdad queencierra la afirmación que sostiene que si alguien quiere saber lo que seríaun psicoanálisis para él (lo que él podría obtener de un análisis), entonces,pero sólo entonces, debe analizarse.
Anteriormente se afirmó que la ciencia toma a todos los sujetos por igual;el psicoanálisis es el único discurso racional y comunicable que, operandosobre el malestar, sostiene la condición particular del sujeto. ¿Cómo haceesto? Mediante la reintroducción de la función de la verdad en el campodel saber racional.
Como ya se dijo, la maniobra fundamental de la ciencia, con relaciónal sujeto, es que el campo de saber que ella constituye se caracteriza porla forclusión de la verdad, la del psicoanálisis es la reintroducción de laverdad en el campo del saber tal como lo constituye la ciencia.
Como se afirmó más arriba, la noción psicoanalítica de verdad es "no hayverdad de la verdad". Es decir, la reintroducción de la verdad en el campodel saber que realiza el psicoanálisis es de una determinada concepciónde la verdad. El "no hay verdad de la verdad" no es una propiedad de laenseñanza lacaniana. Es una concepción freudiana, rescatada del olvido porLacan, quien tuvo que hacerlo debido a que fue sumamente mal interpre-tada por los analistas posfreudianos mediante nociones extremadamenteperjudiciales y parasitarias, como por ejemplo la de "realidad psíquica".
Cuando se sostiene que "no hay verdad de la verdad", no se postulapor ello la función de la realidad psíquica. La versión que parece haberseimpuesto es muy "kleiniana". Para el niño el padre fue asesinado y buscavenganza, aunque en realidad se trata de que viajó, pero como el niño su-puso que lo había matado proyectando el exceso de pulsión de muerte conque estaba investido, retaliativamente el padre atacado será persecutorio.Todo esto en "su realidad psíquica" o en "su fantasía".
Las estructuras clínicas a partir de Lacan (Volumen I)
"No hay verdad de la verdad" en absoluto coincide con esta funciónasignada a la realidad psíquica, noción ésta que, a su vez, es muy engaña-dora como concepción de la realidad. Se trata de una verdad particular,respecto de la cual el psicoanálisis, al menos en la relectura que hace Lacande Freud, sostiene que ningún sujeto posee, especialmente para sí mismola verdad de la verdad, ya que no puede haberla. Se afirmó más arriba queesto es estrictamente freudiano, aunque fue llevado a su máxima relevanciateórica por Lacan. Una sola cita de Freud es suficiente para demostrarlo;es de la Carta 69 a Fliess del 21 de setiembre de 1897, donde dice:
"... la intelección cierta de que en lo inconsciente no existe un signo derealidad, de suerte que no se puede distinguir la verdad de la ficcióninvestida con afecto. "xv"
Freud partió de que la verdad en el inconsciente tiene la misma estructuraque la ficción, lo que no quiere decir, siguiendo el ejemplo anterior, que para elsujeto el padre está muerto en su "realidad psíquica", aunque no lo esté en la"realidad real" sino que para el sujeto mismo que el padre esté vivo o que estémuerto como representaciones inconscientes, no pueden ser marcadas poruna marca que establezca su verdad. Según Freud, en el inconsciente no haymarca de la verdad. En el inconsciente todo lo que se postule como verdadero,lleva la misma marca que lo falso, la carga, que en sí misma es neutra.
Alfredo Eidelsztein
Referencias bibliográficas
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